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El Ciclón no falla, gana y pasa a Octavos. Festeja todo el país. (09/04/2014)

En juego correspondiente al grupo 3 de la Libertadores, el Ciclón le gano a Deportivo Cali por 3 a 2. Mathías Corujo (Payares, en contra), Daniel Güiza y Julio Dos Santos, marcaron los goles del Ciclón.

 

En su partido 275 en Copa Libertadores, Cerro Porteño, el club más popular, no falló ante su fiel pueblo y derrotó por 3 a 2 al Deportivo Cali en una Olla Monumental que no dejó de alentar, para sellar así su pase a los octavos de final de la Copa Libertadores 2014.

 

Sobre los 36 minutos llegó el grito que significó el empate del Ciclón. Mathías Corujo quitó un remate, la pelota pegó en Luís Miguel Payares y fue a parar al fondo del arco defendido por Faryd Mondragón para el delirio en las gradas de los hinchas azulgranas, que llegaron en masa para alentar al equipo.

 

Después del 1 a 1, el elenco dirigido técnicamente por Francisco Arce mejoró notablemente. Empezó a tomar la iniciativa y dejó nulo el ataque adversario. Y antes de que termine la primera fracción, Cerro Porteño dio vuelta la historia. Iban 44 minutos cuando se hizo sentir el español Daniel Güiza, quien realizó un gran trabajo, para decretar el 2 a 1, golazo del Gitano.

 

Luego Julio Dos Santos sentenció en un golazo la ejecución de un tiro penal, a los 35’ del segundo tiempo. La pena máxima fue producto de una mano de Andrés Pérez, luego de un gran contragolpe azulgrana.

 

Ahora el Ciclón espera rival. Cada instancia será más difícil, pero la meta está. El objetivo azulgrana es llegar a lo más alto, a ganar el título de la Copa Libertadores. Se dio el primer paso, pero hay que ir paso a paso, con humildad y mucho trabajo.

 

Es justo que Cerro sea primero

 

Chiqui dice que Cerro Porteño tuvo buenas presentaciones y que es justo que se quede con el primer lugar del Grupo 3 de la Copa Libertadores.

 

"En muchos casos nosotros fuimos superiores y creo que nos merecemos quedarnos con el primer lugar", tiró el DT azulgrana tras el triunfo por 3 a 2 sobre Deportivo Cali.

 

Primeramente analizó lo que fue este partido en particular. “Esperábamos que sea así, de ida y vuelta. Enfrentamos a un equipo rápido, con futbolistas muy técnicos y que iban a intentar a ganar para clasificar a la próxima fase, hasta llegaron a ponerse en ventaja”, declaró el entrenador del cuadro de Barrio Obrero.

 

Chiqui insiste que el equipo Azulgrana debe mantener el estilo de juego que viene mostrando, principalmente en la competición continental. “Tenemos que seguir jugando de la manera como el equipo estaba haciendo”, expresó y según el DT, esa manera de jugar fue fundamental para dar vuelta el resultado adverso.

 

Cerro Porteño jugó con inteligencia. Apretó cuando debía hacerlo y esperó en otros momentos, según el mismo entrenador azulgrana. “En varios momentos nos llamamos al reposo para poder contraatacar con los hombres rápidos que tenemos.

 

El equipo estuvo entero durante todo el partido”, tiró Chiqui. Los cambios de Daniel Güiza y Carlos Bonet, quienes fueron reemplazados por Rodolfo Gamarra y César Benítez, se realizaron porque los mismos jugadores han pedido.

 

“El cambio por Rodolfo fue porque Dani pidió”, dijo. Y continuó refiriéndose a Bonet diciendo: “Lo pidió él también porque tenía un principio de calambre, por eso le pusimos a César”. Y después destacó que Cerro Porteño es el justo ganador del Grupo 3, ya que desempeñó un gran trabajo durante el desarrollo de la fase grupal.

 

“Jugamos contra rivales de alta capacidad, con futbolistas de primer nivel. Los tres con los que hemos jugado fueron grandísimos rivales, nosotros nos pusimos a la altura. En muchos casos fuimos superiores y creo que nos merecemos quedarnos con el primer lugar”, manifestó Francisco Arce.

 

Mathías Corujo la figura del partido.

Mathías Corujo de gran trabajo en el encuentro ante Deportivo Cali, por el pase a los Octavos de la Libertadores, fue elegido como la figura del encuentro.

 

Mathías Corujo fue la figura del partidazo que se jugó en la Olla, donde Cerro Porteño derrotó 3 a 2 a Deportivo Cali y clasificó a octavos de final de la Copa Libertadores como primero del Grupo 3.

 

"Fue un partido intenso, muy sacrificado, nos costó un poquito pero creo que el triunfo fue merecido". "Fue un partido intenso", fueron las primeras palabras del jugador azulgrana. Y tiene razón, al conjunto de Barrio Obrero le costó bastante dejar los tres puntos en casa.

 

El representativo colombiano arrancó mejor, e incluso se puso en ventaja. Después continuó diciendo que el juego fue “sacrificado, nos costó un poquito, pero creo que el triunfo fue merecido”. Es que Cerro Porteño después del 1 a 1 fue totalmente superior, dejó sin respiro al rival y antes del descanso cambió la historia con el gol de Güiza. Mathías dice que el Ciclón fue superior y el triunfo se ajusta al trámite del partido.

 

"La verdad que fuimos superiores. Si bien no arrancamos bien, pero creo que el equipo se fue encontrando minuto a minuto y llegó a los goles", expresó Corujo en un contacto con Fox Sports. Sobre el gol del empate, que fue gracias a un remate desde la esquina del área, dijo: "Es lo que trato de hacer siempre, tratar de pegarle de afuera y después si pueden venir los goles y la asistencia, mucho mejor. Lo importante es que el equipo clasificó".

 

Capitán sin brazalete

 

El español Daniel Güiza sobresalió una vez más en Cerro Porteño durante el partido del martes por Copa Libertadores. El delantero no solo se hizo sentir una vez más con un gol para la victoria azulgrana sino que hizo de líder en momentos difíciles.

 

Minuto 16 del primer tiempo. Cerro estaba abajo en el marcador tras el gol anotado para Deportivo Cali por Cristian Marrugo cinco minutos antes. La clasificación a los octavos de final pendía de un hilo.

 

Dani Güiza recibió el balón y encaró para terminar sufriendo una falta por parte de un defensor del Deportivo Cali. El árbitro cobró tiro libre en las cercanías del área y el español se levantó del piso dando un brinco.

 

Sería imposible saber lo que estaba sintiendo en ese momento, pero apenas se puso de pie pegó un grito a sus compañeros. Con el barullo propio de un estadio de fútbol con un marco imponente, no se pudo entender bien lo que decía.

 

Sin embargo, los gestos con sus manos eran claros. Había que subir, pelear cada balón y buscar el gol del empate para pensar nuevamente en la posibilidad de avanzar a octavos. Pese a no tener el brazalete de capitán puesto en el brazo,

 

Güiza terminó convirtiéndose en la noche del martes en un líder nato dentro del campo de juego. No solo sus palabras fueron importantes, sino el empeño que ponía en cada pelota que disputaba.

 

Varios de los jugadores decidieron seguir la actitud de Güiza y así fue que llegó el empate transitorio en un momento en el que el empuje podía más que el buen fútbol.

 

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