El Ciclón, pierde el Clásico disputado en el Defensores. (07/11/2016)

En juego correspondiente a la fecha 17 del Clausura 2016, Cerro Porteño pierde ante Olimpia por 4 a 2. Cecilio Domínguez a los 3' y Guillermo Beltran a los 31', marcaron los goles del Ciclón. Click para ver el resumen del encuentro.

El Decano que fue ampliamente superior al Ciclón y de forma muy merecida se quedó con el Clásico.

El clásico se tiñó de blanco y negro. Olimpia aprovechó todos los regalos de Cerro y terminó ganado por la diferencia de 2 goles, para seguir prendido en la lucha por el título en este Clausura. El 4 a 2 final refleja claramente, y hasta pudo haber quedado corto, que hubo una marcada diferencia en actitud y en fútbol.

Por mas que el decano tuvo que remarla de atrás desde el inicio mismo del partido. Sí, porque en la primera pelota que puso Cerro cerca del área de Barreto, Rolín lo baja a Cecilio, tiro libre, centro de Riveros y Richard Ortiz que lo toma a Pereira en las narices de Méreles que no dudó.

Penal para el Ciclón y Cecilio dio el paso al frente. El “10” no falló. No la picó, pero le rompió el arco a Barreto. 1 a 0 a pedir de boca para el Azulgrana. Para más complicaciones, Alexis Rolín, minutos después, se retira lesionado por una molestia en la rodilla. Parecía que se le venía la tarde encima a Olimpia, que tenía que pelear de atrás y ya con una baja importante.

Los primeros minutos fueron muy cortados. Olimpia no se sentía cómodo en el área, hasta que se enchufó su tridente ofensivo. En la primera que tuvo el Decano ya avisó. Roque Santa Cruz, tras gran pase de Julián, quedó mano a mano con Silva, se tomó todo el tiempo del mundo, pero Antony le ganó el duelo.

A los 25’, de esa misma jugada que terminó en córner, Richard Ortiz encuentra su revancha. El zurdo entró como un tren y metió el cabezazo que no encontró a un Silva que quedó a mitad de camino. Grito de desahogo de Richard, que había cometido el penal. Cerro sintió el golpe, era un equipo partido, sin ideas y que se veía claramente superado.

El Ciclón sufría con cada pelota parada, su defensa ya comenzaba a mostrar que no estaba en su tarde. Y fue nuevamente una pelota que llegó por arriba, la bajó Roque para que después William Mendieta muestre toda su clase, primero para ganarle a Molinas y después para definir a lo Messi ante la salida de Antony.

Olimpia ya pasaba al frente y siguió yendo al frente. En el último minuto, ante la pasividad de toda la defensa azulgrana, entre Roque, Mendieta, Benítez y Richard hicieron lo que quisieron en el área para que finalmente Ortiz la ponga junto a un palo. 3-1 y fiesta de Olimpia, que ya por entonces aplastaba a su rival.

Florentín metió mano para el segundo tiempo, lo mandó a Velázquez a que apoye el trabajo de Beltrán y Estigarribia para intentar ganar la izquierda. Ni uno, ni lo otro. Olimpia, con mucha tranquilidad, estaba más cerca del cuarto que Cerro de acercarse. El Decano siguió manejando el trámite del juego con Mendieta y seguía siendo muy superior.

Pero Cerro encontró una luz de esperanza. Pase de Cecilio para que gane el fondo Raúl Cáceres que metió el centro exigido, pero justo para que Beltrán cumpla con su cuota clásica ante Olimpia. 3-2 y parecía que comenzaba otro partido.

Cerro no se contagió con el gol del “Memo” y Olimpia continúo siendo el que más fuerte pisaba. El mediocampo era zona de mero tránsito. Mendieta nuevamente frotó la barita, Mendoza había robado, la defensa de Cerro quedó en desventaja, Willy resolvió mal pero Alonso le dio otra chance y el que no perdonó fue Luis Cáceres, que cumplió con la ley del ex, definió por encima de Silva y Pereira con un toque sutil y liquidó el pleito. 4-2 y a otra cosa mariposa.

Cerro se desteñía, sin fuerzas y sin ideas. Para mal de males, Estigarribia vio la roja por doble amarilla.

El entrenador azulgrana, Gustavo Florentín, dijo estar dolido por la derrota en el clásico:

“Una derrota que nos duele mucho. En todo momento teníamos la mentalidad de quedarnos con el último clásico del año y no fue así, queda nada más que felicitar a Olimpia”.

Florentín señaló que Olimpia aprovechó los errores del equipo azulgrana, lamentó que no pudieron mantener el ritmo con el que comenzaron el partido: “Estamos golpeados por el resultado, porque iniciamos bien pero terminamos mal”.

Cuando fue consultado si esta derrota podría afectar en lo anímico al plantel, el técnico respondió: “Espero que no, espero que esto no nos haga daño. Esperemos que realmente podamos recuperarnos, tenemos que trabajar en todos los sentidos porque si queremos pasar en la siguiente ronda (de la Copa Sudamericana) tenemos que mejorar.

Debemos mantener la humildad y volver a ser el Cerro que éramos antes”. Dentro de su análisis del partido, Florentín también señaló: “Van tres partidos que nos están haciendo goles de pelota parada y seguimos equivocándonos en eso, fue un factor clave para que Olimpia consiga la victoria”.

El orientador del equipo azulgrana no buscó excusa por la derrota, a pesar de la seguidilla de partidos con que viene el Ciclón: “No quiero buscar excusas, tuvimos tiempo suficiente para recuperarnos del partido anterior, hemos comenzado muy bien y nosotros creíamos que íbamos a aprovechar ese momento pero no fue así”.

Equivocaciones individuales, principalmente en la marca, desencadenaron un descalabro colectivo en el equipo azulgrana.

Antony Silva: Muy dubitativo en las pelotas aéreas, ya que en más de una ocasión quedó a mitad de camino, como en el primer gol de Olimpia. No orientó a su defensa en los momentos en los que comenzó a tambalear

Marcos Cáceres: Fue superado por Julián Benítez en más de una ocasión y realizó algunos despejes cortos que propiciaron el ataque del adversario. Atacando fue mejor su aporte. De un centro suyo llegó el segundo tanto azulgrana, convertido por Guillermo Beltrán.

Santiago Molina: Mal partido del joven zaguero. Falto de ubicación y anticipado permanentemente por los rivales que caían por su zona. Pese a su altura perdió varias veces en el juego aéreo.

Junior Alonso: Otro que no hizo pie en todo el partido. Descoordinado con su compañero de zaga para salir a cortar, dejando desprotegida el centro de la defensa. No pudo ganar balones, tanto por arriba como por abajo, y para completar su mala jornada, perdió increíblemente una pelota en el cuarto gol decano por querer salir jugando cuando se imponía un simple rechazo.

Álvaro Pereira: Lejos de su habitual rendimiento. Carente de coherencia para darle un mejor destino a las pelotas en zona de proyección. Fue superado en velocidad por el juvenil Rodi Martínez. Su principal aporte fue el penal que le cometieron al inicio del cotejo.

Rodrigo Rojas: Uno de los pocos que jugó con el ímpetu que se debe esta clase de partidos. Eso quizás le costó perder algunos balones, pero siempre intentó empujar a sus compañeros en los momentos adversos.

Marcos Riveros: No fue el termómetro del equipo como en otros partidos. Trató de salir jugando limpiamente, pero no encontró receptividad en sus demás compañeros, quienes evidentemente no estaban en la misma sintonía.

Silvio Torales: Su trabajo simplemente no pesó. No se impuso en la marca ni en el desdoble para sumar en el ataque.

Josué Colmán: No pudo culminar ninguno de sus desbordes con la claridad necesaria. Abusó de las acciones individuales y por consiguiente no pesó en lo colectivo.

Cecilio Domínguez: Apareció con intermitencias y no se animó a ponerse el equipo al hombro cuando las cosas no funcionaban. Definió muy bien desde el punto penal, pero no desequilibró en el uno contra uno.

Guillermo Beltrán: Aportó su cuota goleadora ante el rival de siempre, pero no alcanzó. Luchó a brazo partido, aunque de manera solitaria con los zagueros rivales.

Marcelo Estigarribia: Nulo aporte del volante izquierdo. Se perdió en el intento como la mayoría de sus compañeros. Terminó siendo expulsado sobre el final.

Pablo Velázquez: Entró junto al Chelo, desde el arranque del primer tiempo, pero prácticamente no apareció en el juego. Lento e intrascendente.

EL DT Gustavo Florentín: Cambió una zaga que venía respondiendo, pese a que ambos integrantes son zurdos: Alonso-Alderete. Colocó a Cecilio Domínguez por derecha para estropear los planes del rival, algo que resultó en los primeros minutos, pero luego volvió a modificar y el equipo careció de sorpresa. No pudo solucionar jamás los embrollos defensivos del equipo y sus modificaciones no resultaron. De tres clásicos dirigidos, acumula dos derrotas y un empate.