Cerro Porteño tuvo un estreno negativo en el Grupo 3 de la Copa Libertadores de América, al caer en forma inapelable ante el Gremio de Porto Alegre. El juvenil Lucas anotó a los 52’ para el 1-0. El Ciclón tuvo un penal a un minuto del final, pero lo malogró el “Tigre” Ramírez. Hubo serios incidentes en la Olla.

La gran chance de empatar que tuvo el Ciclón, en los pies de Ramírez, pero Saja, la figura del Gremio junto a Lucas, tuvo allí su atajada cumbre para dejar inalterado el marcador final.

Fue muy pobre el arranque del Ciclón, superado en técnica y dinamismo por un equipo rodado, que sacó distancia sobre otro que oficialmente disputaba su primer partido del año, pagando así el equipo azulgrana el alto precio de haber promovido políticamente la demora de dos semanas en el comienzo del torneo Apertura.

Por eso, a los de Costas les tocó entrar a jugar antes en la Libertadores que en el campeonato local y el resultado fue notorio. Gremio fue dueño pleno del balón, aunque le costó crear peligro. Lo produjo en una acción en la que Lucas habilitó a Tuta y un providencial cruce de Costa no solo salvó el gol, sino también lo sacó de la cancha al corpulento delantero brasileño que quedó lesionado tras el encontronazo. Poco después Navarro sacó un cabezazo de William mientras el público cerrista se asustaba de lo poco que hacía su equipo.

Solo un tiro de Lorgio que desvió Saja y una acción no finalizada por Mingo fueron las ofensivas de Cerro, que solo daba esperanzas cada vez que el boliviano se lanzaba al frente por su carril.

Como nada cambió tras la pausa, no se hizo esperar el gol de la visita, con un balonazo del joven Lucas que se metió muy justo al lado del palo izquierdo de Navarro.

Cerro pasó a tener más la pelota, lo que no se tradujo en el aumento de su caudal de juego ni de creación de situaciones para empatar. Eder Godoy reemplazó a Morínigo y no modificó el desalentador panorama, que se ensombrecía a cada minuto, pues ya ni la claridad de Lorgio estaba presente.

Gremio tenía el segundo gol a su merced como producto del desorden defensivo cerrista, principalmente por el lado izquierdo, donde Jorge Núñez mostró lo distante que está del momento ideal.

Algunos chispazos de Ramírez mantuvieron viva la ilusión azulgrana, pero el portero argentino Saja no mostraba debilidades.

Nada fue diferente tampoco con el ingreso de Pablito Giménez -que falló la mejor oportunidad de empate- y Cerro, en lugar de crecer, se fue disipando a medida que se aproximaba el final de otro capítulo de amargo sabor en la Copa.

Edmilson llega antes que Ramírez, como ocurrió en gran parte del partido, en el cual el “Tigre”, salvo en pasajes del segundo tiempo, no desequilibró y, para colmo, falló un penal. Atrás se ve al boliviano Lorgio Alvarez, uno de los rescatables en el Ciclón.

Ni un penal, a dos minutos del final, fue capaz de salvar la noche, cuando Tcheco cometió una mano tras centro de Godoy y Saja completó su gran gestión al pararle de manera estupenda el remate al “Tigre” Ramírez.

Ramírez dijo que el mérito fue de Saja

Los ojos de todos los cerristas quedaron fijos en César Ramírez, quien tuvo en su remate de penal el empate para Cerro, pero se lo desvió el golero Saja. “Es muy triste perder así, sobre todo porque Cerro no jugó a nada y también es triste no haber podido marcar el penal que me atajó el arquero. Creo que pateé bien y fue mérito del arquero haber atajado. Le pido disculpas de todos modos a la hinchada. Enfrentamos a un gran equipo como es Gremio”, apuntó el “Tigre”.

Uno de los primeros jugadores en dar sus impresiones a la prensa tras abandonar el sector de vestuarios fue Pablo Giménez, quien reemplazó a Jorge Brítez al promediar la etapa complementaria. El mismo expresó: “Tuve una buena oportunidad para llegar al gol, pero no pude meter la pelota en una esquina y salió afuera. Tuvimos otras oportunidades para convertir el empate, pero no llegamos y nos duele bastante esta derrota”.

Giménez agregó: “Solamente nos faltó definir. El equipo se plantó bien en el segundo tiempo, pero no alcanzó. Ahora tenemos que pensar en el campeonato local y en una recuperación en el próximo partido de la Copa, porque perdimos tres puntos de local en el primer partido y es un mal comienzo”.

También Edgar González se refirió al árbitro: “El escuchaba mucho a los brasileños, que reclamaban cualquier cosa. En la última, Lucas tomó una piedra y con las uñas se hizo un raspón en la cabeza para que el árbitro suspendiera el partido. Yo le dije eso al árbitro, pero no me hizo caso, porque ya terminó el partido por los proyectiles”.