Cerro Porteño le goleó 3-0 a Sportivo Trinidense ayer, sin afrontar sobresalto alguno. Con golazo de Pablito y dos de Da Silva, el Ciclón sacó la diferencia en el primer tiempo y la cuidó en el segundo.

Pablito Giménez se deshace de Torales y se posiciona para rematar al arco de Rodrigo Romero. Cumplido el primer objetivo, Giménez saca el remate de derecha en busca del arco trinidense. Lejos de Rodrigo Romero pasa el balón para meterse en su arco. Fue el primero de los tres que hizo Cerro.

Cerro Porteño le asestó ayer un duro golpe a Sportivo Trinidense, que se había estrenado bien en la primera división al debutar ganándole a Guaraní en la fecha anterior. El Ciclón ganó 3-0 ante un rival que no tuvo orden en la cancha y fue presa fácil de las ansias del cuadro azulgrana.

Los aficionados se preguntaban si qué pasaría con el equipo ante la ausencia de César Ramírez, el alma mater del Ciclón. Pero aparecieron dos jugadores que le hicieron olvidar momentáneamente al muy querido "Tigre" Ramírez. Pablo Giménez en una nueva función de enganche, demostrando que tiene muy buenas condiciones y marcando un gol de gran factura. Posteriormente Pablito se cansó y tuvo que ser sustituido ante el aplauso de la gente.

El otro que sobresalió fue Alejandro da Silva. Es un monumento al esfuerzo, a la dación, y definidor de raza. Aprovechó dos jugadas precisas donde intervinieron Jorge Achucarro, José Domingo Salcedo y Pablo Giménez para perforar en dos oportunidades la valla del inseguro Rodrigo Romero. Culminado el primer tiempo se cerró la cortina y los atletas se dieron a un largo recreo para demostrar algunos en forma individual sus condiciones técnicas.

Los últimos minutos sirvieron para ver el desenvolvimiento de la "Torre" Mauro Aldave, 1.95 metros, no hizo gran cosa, pero era comprensible porque el equipo no atacó mucho, se dedicó a mover el esférico, y en esas condiciones era muy difícil que Aldave pudiera alcanzar un gran nivel, pero las pocas veces que recibió el balón, mostró que puede ser útil al conjunto.

Un cuarto de hora desprovisto de buenas acciones marcó el inicio del compromiso hasta que llegó la gran jugada de Pablito, quien protagonizó una acción de crack para marcar el primer gol. Asistido por Achucarro, Pablito se deshizo de Torales con un enganche para posicionarse por el medio y enfrentar a Rodrigo Romero, a quien sometió con un disparo alto y colocado.

Detener a Pablo Giménez es la consigna de Diego Rodríguez, defensor de Trinidense, quien se apoya y despeja de cabeza.

Ya en ventaja, el cuadro que hacía de visitante en el Roberto Béttega tuvo el campo amplio para administrar sus intenciones de asegurar el triunfo que no presentaba complicaciones. Enfrente, un equipo malparado atrás, sin ideas en el medio y totalmente huérfano en ataque, solo esperó que el rival se prendiese nuevamente en ataque, lo que no tardó en producirse.

Da Silva extendió la diferencia al aprovechar una salvada a medias del golero Romero. Nuevamente Pablito entró en acción para ceder a Achucarro y este a Mingo Salcedo, quien disparó desde buena posición, pero Romero desvió el balón que fue a pegar en el travesaño. Ahí estuvo Da Silva para poner el 2-0.

El trámite era para Cerro, mientras Trinidense se debatía en la inoperancia plena, con un mediocampo en el que el esfuerzo de Kevin no lograba detener al rival, y adelante Ariel Bogado planteaba una lucha estéril y con nulas posibilidades de éxito.

Lorgio fue otra fórmula de ataque y por su sector, en esta ocasión el derecho, protagonizó otros ingresos raudos en ofensiva que dejaron en evidencia la pobre cobertura de la defensa trinidense.

El equipo auriazul seguía expuesto atrás, jugado sin rumbo en la búsqueda del gol de descuento que no aparecía en su firmamento ofensivo. Esta predisposición fue bien aprovechada por Cerro Porteño para llegar a su tercera conquista.

Un pelotazo bien metido fue empalmado por Achucarro, quien sacó provecho de su velocidad para posicionarse por el fondo y ceder con precisión al medio por donde nuevamente apareció Da Silva para poner su sello a la jugada y marcar la tercera conquista azulgrana.

El primer tiempo había sido fructífero para uno, de tormentoso para el otro, y en base a ello se presentó el esquema para el segundo. Trinidense buscó sin muchos argumentos quebrantar a Cerro en defensa y sin éxito intentó llegar al descuento. Sus jugadas de ofensiva carecieron de fuerza y convicción y fueron repelidas sin mayores dificultades por un cuadro azulgrana que administró sus fuerzas y cuidó la diferencia casi sin sobresaltos, pues el juego se había definido en su primer lapso.

Alejando Da Silva, goleador de Cerro Porteño en el partido de ayer, dijo que fue fundamental para el desarrollo del partido, la ventaja alcanzada en la primera fracción: “Creo que ese 3-0 ya marcó una diferencia importante, hizo mucho calor y por eso tal vez se presentó el juego así en la segunda etapa, con más tranquilidad que en la primera”, apuntó el delantero.

Dijo que haber marcado los dos goles “da confianza, siempre ayuda a la tarea de un delantero. Espero seguir haciéndolo para que el equipo siga ganando, pues ello ayuda a la moral del conjunto”, sostuvo Da Silva.

Lorgio Alvarez, a su turno, señaló: “Sabíamos que este equipo no nos podía ganar, en el primer tiempo ya sacamos una diferencia importante y sobre eso jugamos en la etapa complementaria”, señaló.

Por su parte, el director técnico del conjunto azulgrana, Gustavo Costas, apuntó: “Primeramente se hizo un desgaste importante, pero al alcanzarse la diferencia, administramos el juego”, dijo.

Ante el deseo de ingreso de aficionados de Cerro, en la parte final, la Policía procedió a desalojarlos de las adyacencias del estadio Roberto Béttega.