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Cerro Porteño se entrena en Cúcuta y el equipo tendrá cambios. (09/03/2007)

Cerro Porteño ya se familiarizó desde ayer con el ambiente de esta ciudad con una jornada que consistió en un doble entrenamiento. La mañana fue utilizada para una práctica física, en las cercanías del hotel donde se hospeda, y la noche para una actividad con balones palpitando el compromiso del próximo martes 13 frente al Cúcuta Deportivo, el anfitrión colombiano que anda bien en los dos frentes que tiene.

Ernesto Cristaldo, Hilario Navarro, César Ramírez junto a otros compañeros durante una caminata frente al hotel donde está hospedado Cerro Porteño en Cúcuta.

La delegación azulgrana arribó a esta parte fronteriza, con la ciudad de San Antonio de Venezuela, del extenso territorio colombiano, anteanoche, y ayer el plantel pasó un día cargado de faenas y tempraneramente se perfilan las variantes a las que recurrirá el entrenador Gustavo Costas para el juego del martes venidero frente a Cúcuta, en relación al once que arrancó y perdió ante Deportes Tolima, el miércoles pasado.

Con un poco más de una hora de trabajos en el gimnasio pasó parte de la mañana de ayer para la plantilla del Ciclón y la noche fue utilizada para un entrenamiento con pelotas en una cancha que se arrendó del Club Tenis, sede ubicada no muy lejos del hotel Casino Internacional, donde está hospedada la delegación paraguaya. Por de pronto no es mucho el trabajo táctico que cumple el grupo dirigido por Gustavo Costas, en cuya agenda ya se anotaron los cambios que introducirá en el once que arrancará el juego frente a Cúcuta, en lo que será la segunda presentación del Ciclón en tierras “cafeteras” y el tercer partido por el Grupo 3 de la Copa Libertadores.

Jorge Achucarro, liberado de la sanción que había recibido de la Conmebol, está en los planes del técnico, pero falta saber si tendrá la ocasión de arrancar el juego o esperar su turno en el banco de expectativa. Uno sí tiene segura su inclusión, es el defensor brasileño Rodrigo Costa, quien no jugó contra Tolima a consecuencia de una dolencia en el aductor izquierdo. Y es casi seguro que al ingresar Costa en la zona defensiva, la variante sea que Fidel Amado Pérez pase a jugar por el lateral derecho y el boliviano Lorgio Alvarez se cambie al otro costado.

Otra segura modificación, y que incluso puede ser dos, es en el cuarteto del mediocampo, donde Pablo Giménez aparece como uno de los potenciales cambios.

Otra variante en dicha zona podría ser la inclusión desde del inicio de Osvaldo Hobecker para correr por el lado derecho, aunque alguien advirtió que Oscar Gamarra tampoco está ajeno a esa opción. Ahora quiénes serán los que cederán sus puestos es la incógnita que falta definir, aunque por las posiciones manifestadas se presume que Jorge Núñez, Jorge Brítez y Ernesto Cristaldo, tal vez sean los “convocados” para estas variantes dentro del plan de una estrategia mucho más ofensiva.

Estos días sucesivos de entrenamiento en territorio colombiano, pero muy cerca de Venezuela, a solo unos pocos kilómetros, irán aclarando el panorama con respecto al equipo que enfrentará al Cúcuta, que está invicto, en el estadio “General Santander”, el martes próximo 19:15 hora local (20:15 de nuestro país).

Casi cuatro décadas “vistiendo” al Ciclón

Víctor “Ropeiro” Fernández hoy festeja su cumpleaños 55 y como otras tantas veces lo pasará lejos de la familia por lo que representa cumplir la función de utilero de Cerro Porteño, al que está vinculado desde hace 39 años.

Víctor Fernández está casado con Blásida, es padre de Norma y abuelo de Jésica y las gemelas Vanesa y Paola.

Son interminables las anécdotas que tiene guardada “Ropeiro”, quien desde su natal Santaní llegó a la capital para cumplir con otros menesteres y luego terminó “vistiendo” a los jugadores de su querido Ciclón.

Nació o cómo se hizo cerrista fue una consulta lógica para Fernández y la respuesta se volvió muy simpática, pues recuerda que “cuando tenía diez años, fue de visita a Santaní un primo que vivía en Asunción, al que le pregunté qué equipo salió campeón y me dijo Cerro Porteño. Desde ahí se me quedó grabado en la mente ese club y además sus colores eran muy llamativos, como el azul y el rojo. Ahí nació mi cerrismo”.

Un poco después de aquella visita surgió la posibilidad de venir a Asunción convidado por “mi padrino, que me trajo para trabajar en el cine España (sobre la Avda. España). Esa época, Guaraní estaba en su apogeo y por más que estaba trabajando enfrente, ya no me olvidé de Cerro Porteño. Después mi patrón cambió de cine, nos fuimos a Quinta Avenida, pero apareció la televisión y el negocio del cine se cayó”, comentó Fernández. Cómo se vinculó a Cerro, recuerda que “en lugar de ir al cuartel y como el Gral. Pablo Rojas mandaba en el club, me fui a servir de mozo en el casino del club. Después se dio la posibilidad de ser el ayudante del utilero, el recordado Anacleto Silva, porque se terminó el casino”.

“Ropeiro” tiene muchas historias para contar, como cuando trabajaba en el cine España aprovechaba para ver los espectáculos musicales del Royal Park, como “pirata”. Nunca tuvo a lo largo de estas casi cuatro décadas ningún tipo de inconvenientes con jugadores, directivos y entrenadores. Lo mejor de su recuerdo es “haber sido ya partícipe de cuando se incendió El Bosque”. Fue con aquella goleada de Cerro 4-1 contra Olimpia, y cuando Miguel Sosa le chuleó a todo el mundo, se sentó sobre la pelota y se fue a patearle ‘Cable’ Molinas.

Tiene la satisfacción de haber recorrido toda Sudamérica, viajes a México y España. “No me acuerdo exactamente en qué año fue, pero el primer viaje que hice fue cuando después de jugar Cerro y perder contra Flamengo 5-0 en Río Janeiro, me llamaron para ir en lugar de Anacleto, y fue para un partido contra Atlético Mineiro y empatamos 2-2. Desde ahí ya seguí recorriendo el mundo”.

Y de su boca no se escucha Olimpia, sino solo “los innombrables”
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