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Cerro Porteño le ganó a domicilio ayer a Luqueño
y aseguró su permanencia en la punta del Apertura. Un primer tiempo muy bueno le
alcanzó al Ciclón para marcar la diferencia ante un equipo que reaccionó, pero
que no sacó provecho de sus ocasiones.
Julio Irrazábal saca el remate, que Mereles no puede impedir, para marcar el golazo con el que Cerro derrotó a Sportivo Luqueño.
Cerro Porteño se reencontró con la victoria ayer
al derrotar a Sportivo Luqueño, en un agradable partido, disputado ante una
multitud, en un sábado espléndido. Julio Irrazábal marcó un verdadero golazo, en
el primer tiempo, y después, ya en la complementaria, se fue expulsado por doble
amonestación.
Agradó lo de Cerro en todo el primer tiempo. Fue dinámico, ágil, despierto y con
velocidad, superando con amplitud a un Luqueño que no supo cómo detener las
ansias azulgranas que se esparcían con diversidad en el campo de juego. Luqueño
estuvo lento, hasta expuesto a los embates del rival que se multiplicó por los
flancos y por el medio, creando zozobra a la zaga auriazul, donde nuevamente
emergió Lapczik para acallar las varias ocasiones de gol que siguieron a la
conquista azulgrana.
Esta fue una belleza, por el gran disparo de Irrazábal, desde una distancia considerable, lanzando con potencia el balón que se metió arriba ante la tan espectacular como estéril “volada” del golero que no pudo evitar el gol ante la perfección del remate.
Eran recién cinco minutos y el Ciclón se ponía en
ventaja. Y a partir de ahí más oportunidades, todas desaprovechadas. Al menos
tres de estas tuvo como protagonista a Víctor Ferreira, la primera tras perfecto
centro de “Tigre” luego de una excelente habilitación de Irrazábal, la segunda
al producir una individual y colocarse solitariamente ante Lapczik y la tercera,
en una zambullida que, como las anteriores definiciones, tampoco tuvo el efecto
esperado.
Cerro dejó pasar las ocasiones en el primer tiempo y en el segundo comenzó a
sufrir. Luqueño reaccionó, con Avalos, Lusardi, y los cabezazos de Bladimiro, en
los que se lució “Gatito”. A los 27 se fue expulsado el goleador y las penas
cerristas aumentaron, por lo que, cuando el árbitro Carlos Torres dio el pitazo
final, el alivio copó las gradas Sur del Feliciano Cáceres, donde estaba
apostada la mayoría de la parcialidad azulgrana.
Festejo de Irrazábal, con dedicatoria incluida, que le costó su primera amarilla y que desembocó en su posterior expulsión. En la celebración lo acompañan “Tigre” Ramírez y “Mono” Brítez.
Dedicatoria de Julio
La dedicatoria de Julio Irrazábal estaba dirigida a periodistas que, según
expresó, le cuestionan permanentemente. “No fue para el pueblo luqueño, sino
para algunos periodistas que se pasan diciendo boludeces”, señaló el futbolista
del Ciclón, al explicar el gesto de silencio que hizo cuando anotó el único gol
del partido, a los 5 minutos del primer tiempo.
El Dr. Carlos Sosa Jovellanos, vicepresidente de Cerro Porteño, calificó de
bueno el arbitraje de Carlos Torres “porque los errores que tuvo no incidieron
en el resultado de un partido clave que pudimos ganar”.
Formaciones
Sportivo Luqueño:
Henry Lapczyk; Wilson Méndez, Bladimiro Duarte,
Rober Servín y Gustavo Mencia; Claudio David Vargas, Carlos Mereles, Walter
Avalos y Hugo Lusardi; Daniel Ferreira y Martín García. DT: Miguel Zahzú.
Cerro Porteño:
Roberto Fernández, Iván Piris, Alcides Píccoli,
Diego Herner y David Mendoza, Julio Irrazábal, Javier Villarreal, Jorge Britez y
Celso Ortiz, César Ramírez y Víctor Ferreira DT: Pedro Troglio.
Árbitro: Carlos Torres. Asistentes: Milciades Saldivar y Dario Gaona.
Cuarto Árbitro: Christian Verdún.
Estadio: Feliciano Cáceres
Recaudación: Gs. 127.040.000 por 6670 boletas vendidas.