Cerro Porteño derrotó a Guaraní, pero la holgada diferencia de 4-1 solo la marcó en la parte final, en un pasaje en el que el rival presionaba y tenía al Ciclón metido en su campo. Sin duda fue la mejor exposición futbolística azulgrana. El nivel aurinegro no es malo, pero debe mejorar.

“Tigre” ya eludió al arquero Zayas y después con un toque suave mandó la pelota al fondo. Fue el segundo de Cerro.

Qué bien jugó Cerro o qué mal lo hizo Guaraní, será la disyuntiva para quien no observó el partido que terminó anoche con la victoria azulgrana por 4-1, en Tuyucuá. Lógicamente la diferencia en goles que se anotó lo ubica así, pero la gran contundencia del Ciclón solo se registró en la parte final del encuentro y justo en medio de un trámite que tuvo al Legendario como protagonista en el campo.

La virtud de Cerro Porteño fue saber imponer de entrada el ritmo que le convenía y por un buen lapso a lo largo del primer período marcó una diferencia en el trato y dominio del balón ante un conjunto aborigen que careció de marca y, peor aun, no se despojó de la falta de actitud para jugar frente a un rival al que aquello justamente le sobró. Pero fue Guaraní el que inquietó primero con un tiro libre de Fabbro que fue a chocar en el vértice del arco cerrista. Sin embargo, un rápido ataque del Ciclón terminó en el gol de Marcelo Estigarribia. Aun en medio del festejo, Aurrecochea salvó su arco ante un gran cabezazo de Juan Samudio y luego sacó otro de Setti.

La diferencia de 1-0 no brindó la garantía a Cerro, eso lo entendieron los aurinegros y mejoraron bastante en el segundo período. Tuvo para empatar, pero la figura de “Aurre” se hizo grande. En el tramo final el Ciclón se hizo sentir, no se dejó vencer por la presión del rival; aumentó a través del “Tigre”, luego por intermedio de Gamarra. Y vino el descuento aborigen por Jeffrey, pero la gran contundencia azulgrana la ratificó Ferreira con un golazo.

Fue el mejor partido del Ciclón, sacó una marcada diferencia ante un adversario que no juega mal, pero que debe mejorar.

El “Tigre” ruge y Torrente quiere más

César Ramírez marcó el segundo gol de Cerro Porteño ayer, el festejo y la dedicación del “Tigre” fue para la hinchada que azulgrana. “Fue un partido complicado, felizmente supimos ganar y así da gusto festejar con esta hinchada que nos apoya en cada partido”, manifestó César.

Por su parte, el entrenador Javier Torrente vio por primera vez a su equipo con una contundencia en ataque, pero de igual forma apuntó déficit que lo va hablar con sus dirigidos. Al técnico no le agradó que se hayan replegado demasiado en el 1-0 y reconoció que el rival pudo haber llegado al empate, pero celebra la contundencia.

Oscar Gamarra cumplió ayer 21 años de edad, entró para jugar los últimos 18 minutos que bastaron para anotarse entre los goleadores. El festejo fue con los brazos al cielo y luego lo “continuó” en su casa.