Cerro Porteño dio vuelta a un marcador adverso de 2 a 0 y terminó ganando 4 a 2 a Tacuary, con lo que se mantiene a dos puntos de la punta.

Fue el equipo azulgrana el que tomó la iniciativa y se encargó de generar fútbol, mover la pelota y buscar el arco rival.

El “Ciclón” movió bien la pelota en los primeros minutos, generando por momentos sensaciones de riesgo frente al arco de Tacuary, que esperaba el momento preciso de asestar un golpe.

Pese al dominio azulgrana, Jorge Ortega rompió las líneas de Cerro y abrió el marcador en el minuto 21.

Cerro trató de reacomodar sus líneas, seguir generando fútbol y en base a buenas combinaciones llegar al empate pero no sabía cómo dar el toque final.

Cinco minutos pasaron del primer gol de Ortega cuando el mismo empezó una serie de toques cortos con sus compañeros desde detrás del mediocampo y así llegó al arco custodiado por Barreto y definió marcando un verdadero golazo. El marcador estaba 2 – 0 a favor de un Tacuary, un resultado que no dejaba de sorprender.

Cerro no estaba dispuesto a caer tan fácilmente y siguió atacando. Así, el equipo azulgrana logró generar una falta en las cercanías del área de Tacuary. El encargado del remate fue Édgar “El Pájaro” Benítez, que cargado de confianza pateó buscando al arco, esperó que la barrera diera un salto en falso para colocarla por debajo de ésta y en la esquina más lejana del arco de Servín.

El Ciclón se encargó de empujar cada vez más contra su arco a Tacuary. La sensación que se tenía era la de una cercanía cada vez mayor del empate azulgrana.

Y así fue en el minuto 43, cuando Santiago Salcedo, que hasta el momento estaba desconectado del partido e inmerso en un mar de reclamos por parte del público cerrista, marcó de cabeza el empate azulgrana.

Cerro tuvo varias oportunidades para desnivelar el marcador pero los primeros 45 terminaron con el empate parcial.

En el segundo tiempo, Cerro arrancó arrastrante, buscando el desnivel en el marcador que futbolísticamente ya se merecía.

Pasaron 13 minutos de intensa presión cerrista para que otra vez el “Pájaro”, de gran noche, marcara su segundo gol, el que servía para dar la vuelta al marcador que había empezado adverso para el Ciclón.

Cuando el partido expiraba, Salcedo con gran corrida habilitó a Jonathan Fabbro, que había ingresado en la segunda etapa, y éste marcó el cuarto gol azulgrana para alegría de su parcialidad..