Cecilio Domínguez tuvo que aparecer en todo su esplendor para rescatar al Ciclón, que tuvo un partido «raro», con muchos errores defensivos que casi lo pagó caro.
En la primera mitad, el «Rojo mallorquino» ya demostraba que podía complicarle al Ciclón, más aún después del golazo de Jorge Sanguina. Tras una gran jugada colectiva, el «10» del equipo local quedó en posición inmejorable para rematar y no perdonó con un gran zurdazo.
El Ciclón reaccionó pero no estaba fino en ofensiva, donde Fernando Fernández tuvo grandes ocasiones para anotar pero no concretó. Lo mismo Diego Churín, quien increíblemente sigue peleado con el gol. Por los costados estaba el negocio para Cerro, que tenía a Cecilio Domínguez imparable.
En la complementaria, luego de una gran jugada individual de Domínguez, el defensor Matías Valenti desvió el balón hacia su arco lo que venció al bueno de Gustavo Arévalos. A partir de ahí fue a pedir de boca el juego para el Ciclón, más después de la expulsión de Ronaldo Báez.
Todo estaba listo para que Cerro concrete la remontada, pero no. El portero de General Caballero, Gustavo Arévalos, hizo lo suyo. Sacó pelotas increíbles como acostumbra, al mismo Cecilio en varias oportunidades, lo que lo convirtió en una verdadera muralla.
El «General» defendía como podía y en uno de los contraataques que tuvo, logró golpear. Gran jugada de Teodoro Arce, quien enganchó para el medio, remató fuerte y la pelota se desvió en Jorge Morel para ingresar al fondo del arco azulgrana.
Sí, otro gol en contra en el partido y esta vez lo sufría Cerro. Era una hazaña total para el local a esa altura, que a esa altura estaba con uno menos. Cerro fue con todo en busca del empate y era puro empuje. Además, el local quedaba con 9 tras otra roja directa para Tomás Lezcano, quien entró con mucha violencia sobre Robert Piris da Motta y se fue a las duchas.
Mucho dramatismo en la parte final y cuando parecía que General Caballero iba a dar la nota de la fecha, llegó un infantil penal de Diego Martínez sobre Luis Riveros, que vía VAR el árbitro Mario Díaz de Vivar pitó pena máxima.
De la gran responsabilidad se encargó Cecilio, quien como siempre no se inmutó ante la presencia de Gustavo Arévalos y definió a un costado para el 2 a 2 final.