El 9 de marzo de 1940, los delegados de los clubes de la Primera División, acordaron agregar a las reglas, la disposición del descenso del último en el puntaje de la tabla de posiciones de la Primera División, pero no así el ascenso del campeón de la Intermedia.

Los clubes que se encontraban en Primera División eran: Cerro Porteño, Libertad, Guaraní, River Plate, Olimpia, Atlántida, Nacional, Sol de América, Presidente Hayes, Atlético Corrales y Sportivo Luqueño.

La idea era dejar con diez equipos al principal certamen de la Liga Paraguaya de Fútbol pues el torneo de 1940 había iniciado con once participantes.

Hasta ese momento, los campeonatos organizados por la Liga Paraguaya de Fútbol en sus distintas categorías eran regidos por leyes dispersas, reglamentaciones, disposiciones acumuladas en el tiempo y antecedentes de cómo se obró en situaciones similares años atrás.

El campeonato de Primera División de 1940 inició con dos hechos que a la larga tendrían influencia en su historia, la reimplementación del sistema de descenso y el comienzo de la redacción de un nuevo reglamento que compilaba todas esas leyes dispersas, reglamentaciones puntuales, disposiciones creadas a lo largo de los campeonatos y por supuesto los antecedentes de casos anteriores.

Los señores Juan Arturo Lavigne y Manuel Bedoya fueron los artífices de esta codificación, que se convirtió en el instrumento legal de la entonces Liga Paraguaya de Fútbol y se resolvió su aplicación desde el 1° de enero de 1941.

El campeonato de 1940 inició con once clubes participantes, con Cerro Porteño como vigente bicampeón que mantuvo su paso demoledor durante todo el certamen a tal punto de consagrarse tricampeón por primera vez en su historia, varias fechas antes de culminado el torneo.

Como el sistema de descenso había sido instaurado por la divisional, el atractivo de lo que restaba del campeonato se centraba en conocer quien dejaría la categoría principal para ir a la Intermedia en 1941.

River Plate, Nacional, Atlántida, Presidente Hayes y Olimpia, luchaban por no perder la categoría. Olimpia, quien había arrancado como uno de los favoritos, increíblemente iba dejando escapar puntos tras puntos en juegos donde era superior al rival, pero no podía concretar.

Los periodistas deportivos, en sus columnas de opiniones de la época atribuyeron este hecho a la juventud de los delanteros con que contaba el cuadro franjeado. El club cerraba la tabla de posiciones del torneo de 1940 y no levantaba cabeza para desesperación de sus dirigentes, jugadores y aficionados.

La anarquía se adueñó del plantel decano, que, sumado a una delicada situación económica y a los malos resultados, hacía presagiar el descalabro de la institución a nivel deportivo.

La Comisión Directiva de Olimpia, ubicada en la Avenida Colombia (antigua denominación de la Avenida Mariscal López) decidió expulsar al arquero Enrique Galeano y suspender a los jugadores Porfirio Sosa Lagos y Albino Chaparro, por haber viajado a Misiones a jugar un torneo de aficionados dejando de lado un crucial juego de Olimpia, que no lograba salir del fondo de la tabla.

Se tuvo consideración para los dos últimos pues avisaron de su partida a Misiones, aunque el permiso les había sido negado en su momento. En otra reunión de la Comisión Directiva, se instaba a los asociados a ponerse al día con las cuotas sociales. De alguna manera los dirigentes de ese entonces relacionaban la mala campaña del primer equipo con la pésima situación financiera.

El 2 de setiembre de 1940, la Comisión Directiva emitía un comunicado contestando una publicación aparecida en las páginas deportivas del diario El País donde se sugería que el descenso no iría a ser ejecutado sobre todo si quien resultara afectado fuera una institución con tradición y capacidad económica.

En el comunicado emitido se daba cuenta que las posibilidades de salvarse del descenso eran remotas y el club asumiría la situación con “sencillez decorosa” y convencidos que darían un ejemplo a ser imitado por los demás equipos que conformaban la Liga Paraguaya de Fútbol.

Comunicado del Olimpia

“El Pals”, en la página deportiva del número aparecido el 29 de agosto, publicó un suelto que se refirió a versiones, según las cuales “el descenso no será ejecutado este año, más todavía si el equipo que deba ser víctima de tal sistema posee tradición y capacidad económica poderosa”, agregando que “las leyes no consignan privilegio alguno para ningún club”.

La C. D. del Club Olimpia, en su sesión ordinaria de la fecha, relacionando el contenido del suelto periodístico aludido con la situación del primer equipo representativo de la entidad, en el campeonato oficial del año en curso, ha estimado de su deber, hacer las declaraciones siguientes:

1.0) Que las versiones mencionadas son ajenas al conocimiento de nuestra sociedad;

2.0) Que el Club Olimpia es, antes y por encima de todo, una asociación de seres humanos, en que la inmensa mayoría persigue fines exclusivamente morales.

De conformidad con este principio mientras actuó en la Liga Paraguaya de Fútbol, contribuyó con todo cuanto le fue posible para darle a esta elevada solvencia moral y objetivos que se confundían con los propósitos del club Olimpia y que no hubieran podido alcanzarse, si las reglas dictadas para orientar su existencia no hubiesen sido respetadas

3.a) Que no existen ni pueden existir razones, para apartar al Club Olimpia de lo que ha sido la esencia de su vida.

La ubicación actual de su primer equipo, en el torneo de descenso en desarrollo, antes que desviarla hacia el camino de las manipulaciones decorosas, es apreciada por la C.D. del Club, como una de las tantas oportunidades que se han presentado en su larga existencia, para demostrar a propios y extraños que hoy como ayer, se sabe seguir cuidando esa preciada cualidad, que se llama dignidad.

Consiguientemente, el Club Olimpia no podría pedir privilegios en su beneficio.

4a.) Finiquitado el campeonato actual y resultando —como es de prever— con menos puntos conquistados que los demás, el Club Olimpia descenderá con la sencillez decorosa que le permite su grandeza indiscutida.

Y, con la firme convicción de que al hacerlo dará un ejemplo que tienen la obligación de ¡mitar aquellas asociaciones que han venido actuando en la Liga Paraguaya de Football, al margen de sus estatutos y reglamentos generales.

                                                          LA COMISION DIRECTIVA

Asunción, Setiembre 2 de 1940

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Se llegó a la última fecha sin resolver la protesta presentada por Olimpia contra Atlantida, siendo Olimpia último con 14 puntos y Atlántida estaba más arriba con 16 (Hay que recordar, que por partido ganado se daba 2 puntos).

La protesta contra el club Atlántida fue por la actuación anti reglamentaria del jugador Adolfo Etcheverry, quien jugó ante Olimpia a pesar de estar suspendido.

Esta protesta paso posteriormente a ser un hecho anecdótico pues, aunque en su momento una rápida resolución del reclamo a favor de Olimpia podría significar que pasaba a ser penúltimo y se podría salvar del descenso (además faltando aun un partido por disputarse). La posterior derrota ante Sol, lo mismo, lo sentenciaba a la última posición y su descenso.

Con Cerro Porteño como campeón, la lucha estaba por conocer quién sería el vice y por ese puesto luchaba Sol de América, el siguiente rival de Olimpia. Atlántida se enfrentaba a Libertad, quien también aspiraba al segundo lugar dependiendo de una combinación de resultados.

La estrepitosa derrota por cinco a uno en la última fecha de Olimpia ante Sol de América y el empate a dos goles entre Atlántida y Libertad, dejó definitivamente a Olimpia en la última posición a tres puntos de Atlántida y por más que la protesta recién fue resuelta ¡cuatro años después! dando la razón al franjeado, eso no cambiaba su posición como ultimo en la tabla y su descenso a la intermedia.

Olimpia finalizó el certamen de 1940 en la última posición con catorce puntos, tres menos que Atlántida.

Los representantes de los clubes Libertad, Guaraní y Nacional plantearon dejar sin efecto el reglamento que había sido aprobado el 9 de marzo de 1940, poco antes del inicio del campeonato.

Una manera elegante para evitar la pérdida de categoría de Olimpia.

Es importante recordar que este reglamento contemplaba la posibilidad del descenso a partir de 1940 pero al quedar sin efecto su aplicación a pedido de Libertad, Guaraní y Nacional, el campeonato volvió a su estado anterior, sin descenso, por consiguiente, Olimpia evito pasar a ser equipo de la intermedia.

El nuevo reglamento preparado por los dirigentes Lavigne y Bedoya recién fue implementado a partir de 1941.

Los aficionados rivales de Olimpia aluden a un decreto que salvó al club Olimpia de ir a Intermedia, pero en realidad como se puede ver, fue un acuerdo el que salvo a Olimpia de pasar a ser un equipo de la intermedia.

En pocas palabras, Olimpia le debe su permanencia en la Primera Division y el no pasar a jugar en la División Intermedia en 1941 al pedido de Libertad, Guaraní y Nacional, por la suspensión de la aplicación del nuevo reglamento.

Los datos que permitieron presentar este artículo se encuentran a disposición de todos los interesados en la Biblioteca Nacional.

Para conocer la situación del campeonato de 1940, se consultó ediciones de los meses de marzo, setiembre y octubre de 1940 de los diarios La Tribuna y El País, ambos de Asunción Paraguay.

Fuente: Diario ABC Color de Paraguay.

Por ccp1912

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